Luna
Esa fila de piedras en el estanque,
son islas para resguardarse en la noche
y admirar la grava ondulando
un reflejo de luna.
Casi me acabas la vida
Ondulada sobre la piel, tu lengua oscura
de río lame mi vida.
Lo hacen tus oscuros ojos de fondo,
los murmullos del cieno.
Tras el rescate de una mano tendida,
silenciosa como la luz del agua,
eres un resbalar que araña como la piedra,
incesante hacia el olvido.
Aun disuelto en un cierto esplendor,
si tus cabellos verdosos deciden
de nuevo mojar la roca
seré yo quien busque el azur sereno.
(c) José Javier González - 2009
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