Y en tus labios
Mi mano sujetaba tu aliento
mientras respirabas abandonada,
suave,
como el calor que despedíamos.
Te volví a besar despacio,
templado,
donde funde la pasión,
y, lentamente, apareció en tus labios,
en un amanecer como de miel,
mi quiéreme.
Ensueño napolitano
-
Juan Antonio González Iglesias
*Nuevo en la ciudad nueva*Visor. Madrid, 2024.
En la corte de los antiguos virreyes de Nápoles, había siempre un
acom...
Hace 3 días
No hay comentarios:
Publicar un comentario