Y en tus labios
Mi mano sujetaba tu aliento
mientras respirabas abandonada,
suave,
como el calor que despedíamos.
Te volví a besar despacio,
templado,
donde funde la pasión,
y, lentamente, apareció en tus labios,
en un amanecer como de miel,
mi quiéreme.
Tertulias de antaño: La biblioteca de noche
-
José Havel · Silvia Ugidos · Javier Almuzara
Inés Toledo · Caterina Valdés
*José Havel*
Cuando tenía dieciséis años, Alberto Manguel alternaba su...
Hace 6 horas
No hay comentarios:
Publicar un comentario